Cuatro son los proyectos que obtienen la certificación para 2019 y logran beneficios fiscales de apoyo a la innovación tecnológica.
La apuesta por la I+D+i de Futureco Bioscience continúa constituyendo un factor fundamental en la competitividad de la empresa y en su crecimiento económico, y la certificación 2019, acreditada por ENAC para cuatro de los proyectos en desarrollo actualmente, valida y refuerza la importancia de este esfuerzo.
Diseñada por el gobierno para impulsar las inversiones en Investigación y Desarrollo a través de desgravaciones fiscales (según lo dispuesto en el artículo 35 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades), la certificación ENAC no solo reconoce el alto grado de competencia técnica e innovativa y la máxima calidad tanto de los objetivos perseguidos como en los procesos empleados, sino que constituye un importante valor añadido y una garantía frente a los clientes y todas las partes interesadas. Posee además un alto potencial dinamizador para los proyectos certificados, favoreciendo un clima de confianza y de mayor certidumbre alrededor de los mismos y facilitando la apertura a nuevos mercados y el acceso a compras públicas.
Cuatro los proyectos generados por el Departamento de I+D+i que han obtenido la certificación para 2019: MICROSTART, MICROSAFE, NONEM y EVOLUTION 2.0. El proyecto de entrada, MICROSTART, constituye el punto de partida de los otros tres, y se centra en la búsqueda y selección de nuevas sustancias activas basadas en microorganismos, sus metabolitos, extractos vegetales, y otras sustancias de origen natural, con el fin de identificar candidatos que puedan originar prototipos biopesticidas (bactericidas, fungicidas o nematicidas) o bioestimulantes para los cultivos agrícolas. MICROSAFE y NONEM caracterizan los prototipos de productos con actividad Biofungicida o Biobactericida, y Bionematicida respectivamente, a nivel microbiológico, genético y bioquímico. También se valida su eficacia en invernadero y campo, y se realizan estudios toxicológicos y ecotoxicológicos que aseguren que los prototipos desarrollados son respetuosos con el medio ambiente y las personas. Por otra parte, EVOLUTION 2.0, estudia los prototipos de productos con actividad bioestimulante, abarcando muy distintas soluciones: estrés hídrico, solubilización del fósforo, enraizamiento, golpes de calor, contaminación del suelo (por fitosanitarios o metales pesados), entre otras muchas actividades.