Azufre elemental o azufre en forma de sulfatos: ¿Qué nutrición aplicar a tus cultivos?

Frente a otros nutrientes, el azufre ofrece la posibilidad de ser aplicado en formas muy diferentes, para adaptarse a las necesidades del cultivo en cada momento

En el ámbito de la sanidad y la nutrición vegetal, el azufre destaca por su considerable capacidad para ser formulado y presentado para su uso agrícola en una amplia gama de formas diferentes, con el fin de garantizar su mejor adaptación posible al sistema de cultivo que se utilice en cada momento.
En este sentido, en la utilización de azufre como fertilizante se puede optar por su aplicación como azufre elemental o en forma de sulfato.

Hay que tener en cuenta que el azufre es incorporado mayoritariamente por las plantas desde la disolución del suelo como anión sulfato (SO42-), la forma más oxidada del azufre.

          No obstante, si bien esta forma del azufre es directamente asimilable por la planta, los sulfatos se caracterizan por ser muy solubles, por lo que desaparecen del suelo lavados por el agua de riego o la lluvia, con el riesgo que esto supone de dejar a los cultivos en una situación de deficiencia.
          Por tanto, si se realiza la aplicación de azufre únicamente en forma de fertilizantes sulfatados, esta será insuficiente para cubrir las necesidades del cultivo durante todo el ciclo.
          Por su parte, el azufre elemental presenta la ventaja de ser insoluble en agua, lo que permite que se mantenga disponible en el suelo, mientras se oxida progresivamente, hasta convertirse en sulfatos asimilables por acción de la microbiota del suelo.
          Esta transformación microbiana está sujeta a variables como la temperatura, la humedad y la concentración de oxígeno del suelo y puede no ser suficientemente rápida para abastecer a la planta en un momento de necesidades elevadas de azufre.
          Por ello, la mejor opción es combinar la fertilización con sulfatos con un abonado de fondo con azufre elemental, para ir construyendo progresivamente las reservas de azufre del suelo y asegurarnos de que tendremos suficiente azufre disponible para el cultivo durante todo su ciclo.
          Adicionalmente a su papel como fuente de sulfatos de ‘liberación lenta’, la oxidación del azufre elemental en el suelo promueve una reducción de su pH y un lavado del sodio (Na) unido al complejo de cambio, al transformarse en sulfatos.
       Esta reducción de pH nos ayuda a movilizar desde el suelo macronutrientes como el fósforo (P) y micronutrientes como el hierro (Fe) o el cobre (Cu). Por su parte, la eliminación del sodio equilibra la conductividad eléctrica de la disolución del suelo y disminuye el estrés hídrico general de la planta.
          Para que puedas hacerte una idea más visual de las diferencias existentes entre las dos formas en las que puede presentase el azufre como fertilizante para tus cultivos, te recomendamos que prestes atención al vídeo explicativo que te ofrecemos a continuación.

Además, también consideramos interesante que conozcas las distintas propiedades específicas que te ofrecen nuestros fertilizantes en forma de azufre elemental, con el fin de que puedas elegir el que más se ajusta a las necesidades de tus cultivos y los requerimientos de tu suelo agrícola.

Por un lado, puedes optar por AFESOL, una enmienda de azufre con forma semiesférica de acción rápida, ya que este macronutriente esencial viene mezclado con arcilla que, al absorber humedad, se disgrega fácilmente, consiguiendo una rápida descomposición e incorporación del azufre al suelo.
A partir de su presentación en este formato, el azufre elemental que se aplica a través de AFESOL ofrecerá los siguientes beneficios naturales a tus cultivos:


• Permite una rápida descomposición del producto, lo que acelera su incorporación al suelo agrícola.
• Mejora la estructura del suelo y favorece la penetración del agua.
• Al presentarse en forma de azufre elemental no hay pérdidas por lixiviación.
• Equilibra la conductividad eléctrica del terreno, lo que mejora de forma notable los niveles de salinidad del suelo.
• Mejora los suelos alcalinos y salinos lavando las sales y disminuyendo el pH.
• Permite un aumento de la disponibilidad de los macronutrientes y favorece una mayor absorción de micronutrientes.
• Además, estimula el desarrollo vegetativo de las plantas, proporcionando un color verde intenso al favorecer la generación de clorofila.

 

Por otro lado, también puedes optar por SOLFOUREA PALLARÉS, consistente en un fertilizante nitrogenado granulado recubierto con azufre elemental que, a partir de su composición, ofrece los beneficios agrícolas que te mostramos a continuación:

 

• Gracias al recubrimiento de la urea con azufre, hay una ralentización de la liberación de nitrógeno, permitiendo un aporte continuado del mismo a la planta y al suelo agrícola.
• Proporciona un valor indirecto como enmienda de suelo, mejorando la asimilación del fósforo y otros microelementos.
• Evita la lixiviación, la volatilización y, de esta forma, aprovechamos mejor el nitrógeno aplicado.
• Corrige el pH y la conductividad eléctrica en suelos básicos y salinos.

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