Fertinagro desarrollará un nuevo producto de biocontrol para agricultura orgánica, un bioplaguicida que se demostrará y probará en entornos reales y que se podrá comercializar un año después de finalizado el proyecto.
Con una duración de 3 años, participan 20 socios, de 9 países europeos
Reducir el uso de pesticidas, de unidades fertilizantes y la pérdida de nutrientes son los objetivos del nuevo proyecto europeo de innovación en el que participa Fertinagro Biotech denominado PestNu: «Pruebas de campo y demostración de tecnologías digitales y tecnologías basadas en el espacio con prácticas agroecológicas y orgánicas en la innovación sistémica”, y en el que trabajará durante los próximos tres años.
Dotado con casi 61 millones de euros, participan en él 20 socios de 9 países de la UE: Irlanda, Suecia, Austria, Portugal, España, Italia, Grecia, Chipre. Fertinagro Biotech, Fertinagro Nutrigenia y Fertinagro Agrovip aportarán su conocimiento y experiencia en el desarrollo de procesos para la obtención de nuevos fertilizantes altamente eficientes a través de la valorización de diferentes materias primas como el estiércol, subproductos o biomasa procedente de otros procesos, así como la fabricación de biofertilizantes y su aplicación.
El consorcio de PestNu aportará tecnología novedosa como trampas robóticas de inteligencia artificial (AI) para el monitoreo de plagas en tiempo real; Robots móviles para el control de plaguicidas y pulverización puntual en 3D; Observación de la tierra con Agroradar; algoritmos para mapear los nutrientes del suelo / plantas e insumos y plagas utilizando datos / servicios de Copernicus; e in situ y en tiempo real analizadores de nutrientes.
Toda esta tecnología estará interconectada a un sistema de gestión agrícola en la nube centrado en el usuario, que contará con un potente sistema de apoyo a la toma de decisiones, integrado con un sistema basado en blockchain y con una plataforma de ciberseguridad para prevenir ciberataques y vulnerabilidades.
Además, incluye la producción in situ de biofertilizantes a partir de aguas residuales agrícolas mediante un innovador procedimiento de hidrólisis enzimática; un nuevo bioplaguicida foliar con efecto bioestimulante; y programas nutricionales avanzados para agricultura ecológica.
El proyecto contempla demostrar y probar las soluciones sistémicas en acuaponía y cultivo hidropónico de hortalizas en invernadero y campo abierto en Grecia y España. Un programa de reducción de plaguicidas; evaluar el residuo máximo y los niveles de ingesta diaria aceptable para garantizar la seguridad alimentaria de las verduras, entre otras actividades. La colaboración de todos los socios y la implicación de los servicios de la Comisión Europea serán constantes en todas las fases del proyecto.
Y es que la crisis del coronavirus ha demostrado lo vulnerables que somos y lo importante que es restablecer el equilibrio entre actividad humana y naturaleza. PestNu seguirá las estrategias Farm to Fork y Green Deal para un nuevo y mejor equilibrio de la naturaleza, los sistemas alimentarios y la biodiversidad al reducir la dependencia de plaguicidas peligrosos, reducir la pérdida de nutrientes de los fertilizantes, hacia una contaminación cero del agua, el suelo y el aire y, en última instancia, reducir el uso de unidades fertilizantes.
El objetivo de PestNu es proteger el medio ambiente y el clima, la salud y el bienestar de los ciudadanos europeos y aumentar la resiliencia socioeconómica y la competitividad de la UE en agricultura y agroalimentación, acuicultura, fabricación inteligente, la industria 4.0, el análisis de datos, soluciones de inteligencia artificial, diagnósticos digitales y procesos de apoyo a la toma de decisiones automatizados, agroecología y agricultura orgánica.
Los sistemas alimentarios y agrícolas actuales requieren una transformación fundamental a la luz de la creciente preocupación por los desafíos ambientales, de salud y socioeconómicos que han surgido. A la agricultura intensiva e industrial se le atribuye, en parte, la responsabilidad del agotamiento de los recursos naturales, basado en el aumento de la población y el aumento de la demanda de producción de alimentos. Así, en términos de impacto ambiental, más del 11% del paisaje de la UE está afectado por una erosión del suelo de moderada a alta; de media, el 44% de la extracción total de agua en UE se utiliza para agricultura y, según datos recientes sobre la biodiversidad de la UE, el 60% de especies y el 77% de los hábitats evaluados se encuentran en una condición de conservación desfavorable.
Por ello, el consorcio PestNu abordará estos desafíos al enfocarse en soluciones sistémicas bajo la economía circular a lo largo de la cadena de producción de alimentos de la granja a la mesa, utilizando tecnologías digitales y espaciales de vanguardia y agroecología.
El papel y aporte de Fertinagro Biotech, Nutrigenia y Agrovip en el consorcio
Fertinagro desarrollará un nuevo producto de biocontrol para agricultura orgánica, un bioplaguicida que se demostrará y probará en entornos reales y que se podrá comercializar un año después de finalizado el proyecto. También realizará planes de fertilización en los cultivos del proyecto aplicando su know-how y sus fertilizantes de base biológica ya existentes para obtener una reducción de las unidades de fertilización a aplicar, un aumento de los cultivos y una mejor calidad de los productos.
Y es que Fertinagro Biotech tiene la capacidad tecnológica para asegurar que todos los productos estén libres de agentes nocivos para la salud, como residuos químicos o procedentes de compuestos de salud animal (antibióticos) en la producción de biofertilizantes a partir de desechos de estiércol; además, tiene la experiencia y la capacidad, en base a sus patentes, para producir procesos de fermentación sólidos y líquidos a escala industrial con el fin de obtener bioestimulantes o bioinoculantes enfocados en diferentes ciclos o procesos de nutrientes.
Asimismo, a través de Fertinagro Agrovip, puede elaborar planes de fertilización adaptados a cualquier cultivo, sistema y ubicación con el fin de minimizar el impacto de los insumos, pero obteniendo la mejor producción de los cultivos.