Los tagetes

Desde finales de invierno hasta bien entrado el otoño, los tagetes son utilizados como plantas ornamentales en jardines tanto públicos como privados. Son pequeñas plantas de temporada ideales para crear llamativas manchas de color en el jardín, delimitar borduras, conseguir atractivas jardineras de flor e incluso utilizarlas en huertos urbanos como nematicidas naturales y ahuyentadores de determinadas plagas como por ejemplo la mosca blanca o los pulgones.

Es muy habitual referirnos genéricamente a esta planta ornamental como tagetes, nombre del género, cuando en realidad hay diferentes especies que aunque comparten su esplendor floral, hay interesantes diferencias entre ellas. Destacar que en esta definición global también se les da otros nombres como clavel moro, clavel de China, clavelón de la India, damasquino, clavel turco… curiosamente en ocasiones denominando con el mismo nombre común a especies distintas.

De México al resto del mundo

Los tagetes son nativos de México que con el tiempo y gracias al comercio ornamental ya se encuentran por todo el mundo donde la jardinería tiene importancia económica.

Botánicamente pertenecen a la familia de las Asteraceae. El género Tagete sp. acoge más de 150 especies descritas si bien poco más de 45 están aceptadas como tales. Describirlas de forma global es complicado y poco riguroso ya que los términos para hacerlo llegan a ser excesivamente ambiguos.

Aun así y siempre con el condicionante de la variabilidad de especies y cultivares del conjunto, podemos decir que todas ellas son plantas de flor con acentuado poder ornamental, en su mayoría en un espectro de colores que va del amarillo claro al naranja casi rojizo pasando por toda su gama tonal. Según la especie pueden ser plantas anuales, perennes e incluso con cierto porte arbustivo.

Sus tallos van desde delgados a robustos, frecuentemente muy ramificados consiguiendo crear masas foliares frondosas. Sus hojas crecen de forma opuestas en la parte inferior, pudiendo cambiar a alternas en las zonas superiores de la planta. En cuanto a sus flores crecen en inflorescencia sobre pedúnculos más bien cortos.


Entre las especies de Tagete sp. más importantes se encuentran el Tagete apetala, T. argentina, T. biflora, T. campanulata, T. dianthiflora, T. elliptica, T. erythrocephala, T. filifolia, T. foeniculacea, T. foetidissima, T. gracilis, T. graveolens, T. hartwegii, T. heterocarpha, T. axa, T. lemmonii, T. lacera, T. mandonii, T. mendocina, T. micrantha, T. minuta, T. mulleri, T. multiflora, T. nelsonii, T. parryi, T. pectinata, T. perezii, T. pringlei, T. riojana, T. rupestris, T. stenophylla, T. subulata, T. terniflora, T. verticillata, T. zyaquirensis,… si bien las más populares e importantes desde el punto de vista de su uso ornamental están las especies T. erecta, T. patula, T. tenuifolia, T. lucida y T. minuta.

Los tagetes más populares en jardinería

De todas las especies de tagetes existentes, en España son tres las más populares en el mercado ornamental de jardinería: T. erecta y T. patula, seguidos a distancia por el T. tenuifolia.

⇒  Tagete erecta. También conocido como clavelón de la India, son plantas anuales de crecimiento compacto y pueden alcanzar e incluso superar los 45 centímetros de altura de media. Sus tallos son tomentosos angulares y pignados, con hojas poco glandulares con una longitud de 6 a 11 centímetros y compuestas por 11 a 17 foliolos estrechamente lanceolados y muy dentados.

Sus inflorescencias (popularmente llamadas flores) son grandes comparadas con otras especies, sobre todo con respecto a su gran competidora el Tagete patula. Crecen terminales en los tallos, con aspecto de pompón y densamente dobles que alcanzan los 12 centímetros de ancho. Los colores van desde el amarillo al naranja, pasando por todas sus tonalidades según la variedad. Su floración se sitúa en los meses cálidos del año: desde mediados de primavera a bien entrado el otoño.

⇒  Tagete patula. Popularmente conocidas como Damasquina, son plantas anuales de crecimiento muy compacto con tallos tomentosos matizados de púrpura que proporcionan un crecimiento total de planta entre los 30 a 50 centímetros. Sus hojas son pinnadas con una longitud de hasta 10 centímetros, foliolos estrechamente lanceolados y dentados que no suelen medir más de 3 centímetros de longitud.

Sus inflorescencias crecen terminales en los tallos, son normalmente dobles, alcanzan los cinco centímetros de ancho y poseen lígulas de colores pardos rojizos, amarillos, naranja,… coloreadas por partes en mayor o menor proporción. Florece entre principios de primavera a finales de otoño según la climatología reinante.

⇒  Tagete tenuifolia. A este grupo pertenecen una serie de variedades con porte erguido, tallos cilíndricos y muy ramificados consiguiendo una altura de planta cercana al medio metro. Sus hojas son pinnadas y alcanzan los 10 centímetros de longitud compuesta por foliolos estrechamente lanceolados y dentados de unos dos centímetros.

Florece como en el caso de las dos anteriores desde primavera a otoño y emite numerosas inflorescencias simples de pequeño tamaño… de unos dos a tres centímetros de ancho. Son inflorescencias de color amarillo o naranja con pocas lígulas.

 

El tagete en jardinería

El cultivo del tagete en jardines, indistintamente de si es T. erecta, T. patula, o T. tenuifolia son plantas muy rústicas que si se mantienen una serie de cuidados mínimos nos proporcionarán una floración abundante y prolongada durante los meses cálidos de año.

El primero de los consejos es plantarlas en jardineras o en el caso del jardín directamente en el terreno, creando borduras o manchas de color que por otra parte contrastan muy bien con zonas cespitosas. La ubicación será preferiblemente a pleno sol para que la floración será abundante y con colores más vivos.

Dada su rusticidad, los sustratos prefabricados para su plantación en jardineras pueden ser del tipo ‘sustrato para plantas de exterior’, ‘sustrato universal’ o ‘sustrato de plantación’. En cuanto al tipo de tierra de jardín se adapta bien a cualquier terreno aunque prefiere aquellos ligeros y fértiles. Un terreno muy arcilloso se puede mejorar añadiendo arena de río lavada y parte de uno de los sustratos mencionados. En cuanto a su marco de plantación puede estar entre los 20 a 30 centímetros entre plantas dependiendo de las características varietales.

El riego es conveniente que sea aplicado de forma regular pero no copioso para favorecer el adecuado desarrollo radicular. También es importante evitar los riegos por aspersión para que el agua no se quede acumulada entre sus inflorescencias y evitar así riesgos de pudrición. Por otra parte, al ser una planta con un largo período de floración, es recomendable ir eliminando los tallos y flores marchitas para favorecer su crecimiento y emisión de nuevas flores.

El abonado debe estar basado en un adecuado equilibrio entre macrolementos en el que predomine, como en la mayoría de los indicados para plantas de flor, el potasio con respecto al nitrógeno. Por supuesto que contenga oligoelementos para prevenir carencias, sobre todo de hierro en zonas con aguas calizas como ocurre en zonas del arco mediterráneo.

Al ser una planta rústica, no es muy propensa al ataque de plagas y enfermedades. Es más, si se ven muy afectadas es muy probable que sea como consecuencia de no estar siguiendo adecuadamente los consejos mencionados. Por ejemplo abusar de fertilizantes ricos en nitrógeno, riegos excesivos, plantaciones en zonas sombrías o densidades de plantación muy altas. Aun así, con el exceso de temperaturas altas pueden ser atacadas por ácaros, o en momentos de humedad constante por caracoles y babosas. Si el terreno es muy pesado e inundable también es fácil que aparezcan problemas de tallo como la Phytophthora o de raíz como la Rhizoctonia o Pythium. En épocas lluviosas o riegos prolongados por aspersión, acompañado se bajas temperaturas, son las condiciones ideales para el desarrollo sobre sus flores del hongo Botrytis cinerea, marchitándolas y pudriéndolas.

Fáciles de cultivar

Todos estos tagetes se reproducen por semilla y son muy sencillos de cultivar. Es cierto que las especies más silvestres, las no sometidas a tantas hibridaciones para obtener variedades comerciales destinadas al mercado ornamental, son más estables en su reproducción. En cambio, en el caso de los Tagete erecta y Tagete patula, las variedades que encontramos en el mercado son en su mayoría híbridos, por lo que si nos guardamos semillas para posteriores siembras difícilmente obtendremos plantas con las mismas características que sus progenitores. Por lo tanto, es recomendable comprar sobres de semillas de tagete para asegurarnos una buena calidad ornamental.

Como su semilla es fácil de manejar y su poder germinativo alto, podemos sembrarlas directamente en pequeñas macetas con un tipo de ‘sustrato universal’ o ‘sustrato para plantas de interior’ que se pueden encontrar fácilmente en centros de jardinería, floristerías, grandes superficies, etc. Con una temperaturas de unos 18 a 20ºC germinarán en pocos días y una vez tengan de 4 a 6 hojas verdaderas (las dos primeras son los cotiledones), su temperatura ideal de cultivo es de 8 a 10ºC durante la noche y de 22 a 26ºC durante el día.

La exposición de las plantitas una vez bien enraizadas es recomendable que sea a pleno sol y en tan solo 5 a 8 semanas ya estarán listas para su plantación directamente en el jardín o jardineras.

 

Un aliado en huertos urbanos ecológicos

Es muy interesante plantar algunas plantas entre las hortalizas de un huerto urbano. El motivo es que las raíces del tagete tienen la facultad de disminuir notablemente el ataque de los nematodos.

También tiene un efecto repelente para ciertos insectos como la mosca blanca y los pulgones. Por lo tanto y de forma indirecta también para las hormigas ya que evita la existencia de melaza, tan apetecida para ellas. Con todo esto, no solo nos permite tener huertos urbanos cultivados de forma más ecológica sino también más bonitos por su abundante y prolongada floración.

Fernando Cuenca

fcuenca@condelmed.com

www.floresyplantas.net

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